domingo, 13 de noviembre de 2011

"Eros y civilización" de Herbert Marcuse

Hoy mas que nunca el mundo ve la necesidad de un cambio en el orden de nuestra sociedad, las tasas de suicidio aumentan alarmantemente, el hambre acosa en todo el hemisferio, la pobreza es un estilo de vida, los desastres naturales, las enfermedades avanzan sin tregua, la violencia se generaliza, el dolor, la angustia y la tristeza ya no nos permiten dormir tranquilos por que sabemos que mañana vamos a estar igual ó peor. Pero ¿porque?, ¿Que hicimos mal?, ¿acaso este es el destino que nos merecemos?; ¿cuando el hombre decidió que para vivir feliz tiene que trabajar toda su vida?, ¿por que tenemos que martirizarnos para alcanzar un poco de gratificación cada mes?, todas estas son preguntas que se pueden responder con una sola respuesta y es que el hambre del hombre por tenerlo todo, descubrirlo todo, abarcarlo todo, crearlo todo y sobre todo el deseo individual por ser “mas” que los demás nos trajeron acá,  a una guerra entre nuestra libertad y nuestra razón. Por que dejamos a un lado lo sensual para que la razón triunfara y sometiera a nuestra libertad y nos dejara  subyugados.
Si lo pensamos bien la única forma de regresar a la época en la que existía un equilibrio entre nosotros y la naturaleza es logrando reconciliar la sensualidad con la razón, Schiller nos dice que la única forma es utilizando el “impulso del juego”, y como no si el juego en su forma mas pura es una forma hermosa libre de reglas y ataduras, un simple juego con el único fin de liberar al hombre de todo tipo de opresión ó preocupación que le aflija, entonces por que no considerar a la estética como un principio capaz de gobernar la existencia humana mediando entre nuestros impulsos, recobrando el equilibrio, haciéndonos hombres viven realmente no que trabajan para vivir, logrando así que la gratificación sea duradera y nuestra vida mas agradable. 

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